La visión del sexo en Brasil siempre ha sido mucho menos estirada y cerrada que otros países del planeta. Incluso dentro de la propia región sudamericana, Brasil ha destacado por una forma muy diferente de entender el morbo y la pasión, sin tanto recato. No hay más que darse una vuelta por las playas más populares del país o visitar el imperdible Carnaval de Río para entender que la desnudez y el morbo son  parte del ADN brasileño. Y eso que el país no se libra de tener también su parte religiosa, con una mentalidad mucho más cerrada. Sin embargo, las brasileñas ya no van a dar ningún paso atrás a la hora de mostrarse como son y sacar partido a su belleza y sensualidad. Lo hacen en las calles, en las playas, en cualquier evento, y muchas veces fuera de nuestras fronteras, donde las modelos y actrices triunfan por todo lo alto.

Es por ello que el porno debía crecer antes o después como industria en el nuestro país. Si bien la eclosión de este sector ha tardado algo más de lo debido en darse, hoy en día Brasil puede presumir de ser toda una potencia en lo que a porno se refiere, al menos dentro de su territorio. Las comparaciones con Estados Unidos son insalvables, por supuesto, pero de ahí también viene el éxito del porno brasileño. Es diferente al del resto del mundo, más agresivo, más intenso y a la vez, más morboso. No se parece en nada a esas estilizadas escenas que se producen en Norteamérica o Francia, y tampoco al porno europeo o asiático. Otro gran punto a favor del porno en Brasil son las actrices, mujeres absolutamente irresistibles que presumen de una belleza y una pasión deliciosas. Cuerpos exuberantes y curvas que son el delirio de cualquier hombre que las pueda ver a través de una pantalla. De ellas se nutre una industria que sigue creciendo, adaptándose también a los nuevos tiempos y produciendo incluso programas originales, como el date show Na Intimidade, un formato que ha tenido una gran repercusión en buena parte del planeta.

Hace treinta años era natural escuchar a los niños jugar en la calle durante toda la tarde, a veces acompañados por sus madres o padres, otras simplemente a su aire, cuando tienen la edad suficiente para salir solos. Con un balón en los pies, a lomos de una bicicleta o simplemente corriendo de un lado a otro, inventándose nuevos juegos con los que pasar el rato o tirando de las tradiciones más habituales, que sus padres les han enseñado, como antes hicieron con ellos sus abuelos. Hoy por hoy ese mundo parece haber desaparecido. El temor de los padres a que los niños salgan solos a la calle se une también a las distracciones cada vez más adictivas que los jóvenes tienen en casa. Es el caso de los videojuegos e Internet, una combinación que ha hecho que muchos chicos hayan preferido quedarse en casa por las tardes, de un tiempo a esta tarde, para jugar online con sus amigos.

Los videojuegos siempre han estado mal vistos por cierto sector de la sociedad, normalmente padres preocupados o supuestos expertos que lamentan que los jóvenes hayan sido fagocitados por este tipo de entretenimiento que, en su concepción, no aporta nada. El chico que se la pasa jugando en lugar de leer o hacer deporte está malgastando su vida, según nos dicen. Esto es algo que se lleva repitiendo desde hace décadas, cuando las primeras consolas llegaron a los hogares. Sin embargo, diversos estudios ya han demostrado sobradamente que el jugar a beneficios también tiene muchas ventajas, algunas de ellas muy importantes dentro de nuestra vida social. No se trata solo de un entretenimiento estúpido o banal, sino de la posibilidad de interactuar en un mundo fantástico que no solo nos permite escapar por un rato de nuestra realidad, sino también aprender cosas nuevas y desarrollar aptitudes necesarias, como veremos a continuación.

El mercado musical brasileño está lleno de talentos espectaculares que, eso sí, pocas veces dan el salto al estrellato internacional. Y es por una sencilla razón: en la mayoría de casos, estos artistas se mantienen cantando en su idioma, el portugués, sin dedicarse demasiado a su carrera en inglés, algo que podría abrirles muchas puertas. Aun así, algunos como Carlinhos Brown han tenido un éxito considerable en todo el mundo latino, desarrollando un estilo que tiene mucho que ver con su propia tierra y con la festividad carioca. Pero hay una nueva artista que viene a cambiar todo esto.

Se llama Anitta y desde luego no es precisamente nueva en Brasil, donde ya muchos años triunfando como cantante, desde que cumplió la mayoría de edad y lanzó su primer disco con una discográfica independiente, hasta su actual éxito mundial, codeándose con artistas como Madonna o Iggy Azalea y convertida en todo un referente por su manera tan especial de cantar, y por hacerlo en tres idiomas diferentes: portugués, español y castellano. Sus increíbles fotografías, su espectacular voz y su estilo sensual la han llevado al estrellato, y parece que esto no ha hecho más que empezar.

Hentai es pornografía de anime y manga, en pocas palabras, es decir, pornografía de dibujos animados de cualquier tipo. Todas las obras de arte de ficción, por supuesto. Entiendo que tales obras de arte todavía estarían sujetas a las leyes de obscenidad, incluso si son legales. A menudo se trata de un fanart de un personaje de ficción preexistente, y ese personaje puede o no ser canónicamente menor de edad. A veces la obra de arte es una creación original del artista, y representa personajes que pueden «parecer» menores de edad, pero que nunca se aclaran.

En general, la pornografía infantil virtual no se trata de la misma manera que la pornografía infantil real. Los dibujos son dibujos y no implican fotografiar a los niños víctimas reales. Recomiendo encarecidamente que consulte a su propio abogado sobre todo esto. Las leyes varían de un estado a otro.