Publicado el 24 de octubre de 2019 por Marcel Carbajal

La finalidad última de todo artista es trasmitir emociones y sentimientos con sus obras, ya sea a través de la pintura, la fotografía, la música, la literatura o la poesía. Ésta última ha sido considerada siempre como una de las artes más inspiradoras e importantes, por ser capaz de expresar con palabras unos sentimientos que seguramente todos hayamos tenido alguna vez. No es algo precisamente sencillo, como imaginarás, y hace falta mucho talento, esfuerzo y un punto de genialidad para conseguir que todo encaje a la perfección en una hermosa poesía.

Este género parece haber vuelto a ponerse de moda en los últimos años, eso sí, de una manera bastante diferente a la poesía de los clásicos que todos hemos estudiado en la escuela. Ahora, por ejemplo, se lleva más la poesía vanguardista, la más experimental, aquella que no debe acogerse a una extensión limitada de versos e incluso carece de rima en muchas ocasiones. Nada que ver con aquello que Neruda, Bennedetti o Bécquer hacían ya en sus tiempos, aunque sigue siendo poesía, en el sentido de que se transmite algo, una emoción intensa, a través de esas hermosas palabras.

Surgimiento y evolución de este concepto

Las primeras descripciones de poesía, que proceden de Platón y los clásicos griegos, se atiene hoy en día más a lo que llamaríamos literatura en general, puesto que era cualquier cosa escrita o declamada que buscase generar un sentimiento o una emoción, sobre todo belleza. En aquellos primeros momentos, la principal característica del género poético era la utilización de la propia voz del autor, que no se escudaba en narradores, sino que era él mismo quien mostraba sus propias emociones. La utilización del verso llegaría más tarde, y acabaría por delimitar lo que hoy en tendemos por poesía, al menos durante muchos siglos, ya que actualmente la poesía va más allá del propio verso.

Es muy probable que los primeros poemas tengan que ver con himnos sagrados y dedicados a las deidades, desde Egipto a la India, pasando por Sumeria y Roma. La evolución ha seguido constante, aunque de una manera más tranquila que en otros géneros, ya que los poemas típicos de hoy en día no se diferencian demasiados de los de hace cientos de años en cuanto a su métrica, su sonoridad y el uso de la rima en la mayoría de ellos. El concepto de poesía hoy también abarca la prosa poética, que tiene más que ver con un escrito sin estructura de poema, pero con la búsqueda de esa misma musicalidad y de ese tono de lenguaje elevado y evocador.

 

Elementos de la poesía

Actualmente no es tan fácil definir los elementos de la poesía sin dejar fuera muchos poemas vanguardistas, en una tendencia que en los últimos tiempos se hace cada vez más fuerte y que, como ya hicieran los surrealistas en su momento, se despoja de limitaciones para simplemente entender la poesía como algo que nace de las entrañas, sin pararse a pensar en métrica, verso y demás. Sin embargo, podríamos hablar precisamente de esos elementos como los más importantes dentro de lo que la mayoría entiende por poesía. Por ejemplo, que la obra esté estructurada en una unidad completa de sentido llamada poema, que puede estar compuesta por dos o más versos.

El verso es la unidad mínima de medida dentro de la poesía, y según la estructura del poema, se puede identificar normalmente por ocupar una línea en el mismo. En la poesía tradicional, los versos solían tener la misma extensión en cuanto a sílabas, dotándolos de una gran musicalidad al ser leídos. Además, sus sílabas finales solían rimar las unas con las otras, en diferentes estructuras, según el tipo de poema. Con el tiempo, el tema de la rima se ha ido perdiendo un poco más en favor simplemente de las palabras evocadores sin necesidad de utilizar las mismas últimas sílabas, y ni siquiera la misma extensión de los versos.

 

Poemas: las composiciones literarias dentro de la poesía

Como avanzábamos antes, toda la poesía suele incluirse dentro de una unidad mayor de medida, llamada poema. De la misma forma que un cuento, por ejemplo, es la unidad mínima de medida en una obra de ficción, y puede ser más largo o más corto, el poema será la estructura en la que se desarrolla la poesía a través de los versos, de diferente medida y con diferente rima. Cualquier obra que encaje dentro de la poesía será considerada un poema, incluyendo las letras de himnos e incluso canciones, que aparezcan al menos sin la música.

Para considerar un poema como tal es necesario que sus versos tengan cierta musicalidad, aunque no sean de la misma estructura ni tengan la misma rima. El lenguaje debe ser evocador, tanto para sentimientos positivos como para negativos, y la estructura del poema escrito debe concretarse en diferentes estrofas, compuestas por varios versos, que vendrían a ser los párrafos y las frases en un relato de ficción. Además, el sentido del poema debe ser absoluto y cerrado, es decir, debemos entenderlo en su totalidad, aunque pueda hacer referencia a otras obras, su sentido debe ser completo.

 

La poesía como parte de la literatura brasileña

El género poético ha tenido una gran aceptación en Brasil, como en buena parte de Latinoamérica, apareciendo poetas brasileños capaces de tocar los corazones de todos con sus obras excelsas y muy cuidadas. Tal vez no sean tan famosos o populares como otros poetas latinas, pero los representantes de la poesía brasileña han sabido destacarse como auténticos genios de la rima y el verso. La mayoría de ellos aparecieron ya en el siglo XX, cuando Brasil pudo tener su propia historia independiente y su propia voz. Así es como surgen algunos de los más importantes, como Vinicius de Moraes o Murilo Mendes, que crean escuela para lo que vendrá después.

Nombres como Augusto Massi, Humberto Mello o Carlos Drummond de Andrade han destacado a través de estas décadas dentro de la poesía brasileña, que ha pasado por muchísimas escuelas y momentos, desde el existencialismo al postmodernismo, dibujando la realidad de un país de contrastes en el que la belleza abunda,  y no es complicado trasladarla a un poema. También destaca la poesía femenina, con voces como la de Ana Cristina César, Ángela Leite de Souza o Cecilia Meireles, poetisas destacadas dentro de la tradición latina.